Los módulos fotovoltaicos se instalan sobre estructuras con marcos de aluminio de dimensiones adecuadas, en función del tipo de sistema fotovoltaico o agrovoltaico, y anclados al suelo mediante un sistema de tornillos, en acero galvanizado en caliente, hincados en el suelo.

Las estructuras se realizan ensamblando perfiles especiales de aluminio, atornillados mediante ménsulas y piezas especiales. Las vigas horizontales de apoyo, apoyadas sobre largueros enganchados a los soportes verticales, formarán los planos inclinados de apoyo de los módulos.

Gracias al mencionado sistema, no se prevé cimentación para anclaje al suelo y por lo tanto se deduce que la fase de desmantelamiento se facilita enormemente y se limita a la simple disposición de los módulos individuales, de modo que pueden calificarse como "retrofit"

La estructura de soporte de los módulos fotovoltaicos es íntegramente de perfiles metálicos, con postes clavados directamente en el suelo y una viga longitudinal giratoria, controlada por un motor eléctrico, sobre la que se anclan los perfiles omega de soporte de los paneles fotovoltaicos. El número de módulos en cada estructura varía según la ubicación.

El poste central que soporta el motor es un perfil HEA 160 laminado en caliente. Se emplearán perfiles en Z doblados en frío entre el poste central y el final de la estructura. Estos estarán conectados a la viga principal a través de un soporte de alojamiento que dejará la viga libre para girar en su eje longitudinal.

El motor varía la inclinación de los paneles según la posición del sol, en caso de aumento de la velocidad del viento, el seguidor tomará una posición defensiva.

La inclinación de los paneles es variable de 0° a ∓ 55°

A -55° y 55° de rotación del panel, la velocidad básica del viento considerada es de 12 m/s.

A 0° la velocidad básica del viento considerada es de 28 m/s.